. Ven -¡ven aquí!-. ¿A dónde vas? –no puedes ir solo-. No me mires enfadado, solo quiero tu bien, -hay tantos peligros afuera-. Ven, mira lo que tengo en este bolsillo, un mundo perfecto en miniatura, ¿lo ves? Espera, espera, que es de cristal -como tú-. Ven, toma, es un bolindre, una canica. Míralo al trasluz, así, contra el sol. ¡Tienes una sonrisa preciosa con tu nueva mella! Ven, dime, ¿la quieres? Podemos jugar en el jardín de casa cuando vuelva del trabajo, ¿me esperarás para jugar? Sí, aún habrá sol, sí, te lo prometo. Ven, voy a enseñarte cómo puedes jugar con el bolindre, la linterna y tu pañuelo con topos brillantes… Sí, tienes razón, es el universo. ¿Te quedarás jugando con tu universo hasta que regrese? Ven entonces, hijo, ya no necesitas al sol, quédate adentro de la casa, tienes el mundo en tus manos –y mi corazón-. Ven, quédate aquí, hasta que vuelva. MariCari, la Jardinera fiel. {¡B U E N A_____S U E R T E!} ♥ ღ ♥