Ella se marchó un día por el camino de baldosas amarillas. Ya va para un año. Se fue acompañada de un perrito faldero, un león que siempre temblaba hiciera frío o calor y, de una vana existencia de paja que rodaba continuamente por el suelo. Voló por los aires con sus trenzas de niña y, a él, le dejó vacío, hueco por dentro. Para ganarse la vida, transportaba líquidos de unas granjas a otras; aquí la leche de las vacas; allí el agua fresca del pozo; más allá el aceite o el gasóleo. Se convirtió en un simple contenedor de líquidos hasta que se oxidó y fue transformado en un molinillo que, acelerado, extrae con su movimiento el agua del pozo. Se prepara para ser engullido por un tornado. Nervioso, su boca saliva un mar podrido de soledad metálica girando a toda velocidad entre sus mellados dientes cuando ve caer junto a él unos zapatos rojos. MariCari, la Jardinera fiel. {¡B U E N A_____S U E R T E!} ♥ ღ ♥
Un blog sencillo para tomarse la vida con alegría y muchas risas...