Las noches de luna llena
lleva la calle su canto
de una resaca marina
que mueve su adoquinado
sobre la arena ¡de playa!
con su vaivén le hace esclavo
y zozobra a sus viandantes,
cautivos llevan sus pasos
y no abandonan el puerto,
la arena les hace náufragos,
enfermos del mal de tierra
de anclas de invisibles lazos.
La arena cuenta su tiempo
en su infinito virando
y un subir y bajar de olas
que a las casas hacen barcos,
batiendo espuma con sal
bambolea a los tejados,
rola fachadas y puertas,
ventanas en zafarrancho,
mientras haya pleamar
la calle es un puerto bravo.
lleva la calle su canto
de una resaca marina
que mueve su adoquinado
sobre la arena ¡de playa!
con su vaivén le hace esclavo
y zozobra a sus viandantes,
cautivos llevan sus pasos
y no abandonan el puerto,
la arena les hace náufragos,
enfermos del mal de tierra
de anclas de invisibles lazos.
La arena cuenta su tiempo
en su infinito virando
y un subir y bajar de olas
que a las casas hacen barcos,
batiendo espuma con sal
bambolea a los tejados,
rola fachadas y puertas,
ventanas en zafarrancho,
mientras haya pleamar
la calle es un puerto bravo.
MariCari, la Jardinera fiel.
{¡B U E N A_____S U E R T E!}
Otra vez nos dejas la maestría de tu poesía rimada y medida .
ResponderEliminar" ... que a las casas hacen barcos"
Me encanta esa imagen .
Un abrazo