Mi primer asombro artístico, infanta,
fue aquella amapola sencilla de campo
y cogí del aire asido su tallo
de frágil presencia, corona de seda,
la quise llevar a mi hermosa madre,
me precipité y corrí a su encuentro
como perseguida por el mal marchito
de haber cometido mi primer pecado
y bajo el anhelo de ganarme un beso...
Yo corrí alocada, feliz, jadeante,
¡sorprendida!, rara...tosimos lloronas
las desbaratadas flores de mi madre.
P.D.: " Los pétalos de las amapolas se usan para tratar la tos infantil"
MariCari, la Jardinera fiel.
{¡B U E N A_____S U E R T E!}
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