Hace mucho que no recibo recado (emails) de mi amigo Hiroito y es que por su Japón está cayendo la nevada del siglo, del nuevo, claro y no podrá mandarme ningún comunicado, todo el día achicando nieve y echando sal a un lado y a otro para atraer la suerte antes de la lucha. Recuerdo cuando pocas familias y empresas tenían trabajo y había chiquillos especializados en dar los recados, lo recuerdo porque yo fui una, sí, tan vieja como el hilo negro, pero era cuestión de recibir propinas no declarables al fisco.
Uno llamaba al teléfono de quien conociera a quien querías decir algo, y ¡zas!, le daban el recado estuviese en donde estuviese. Claro que las familias estaban más cerca unos de otros, y era más fácil tener localizado al personal. Después vinieron los SMS que ya eran unos recados más personales... Pero ahora, ahora tenemos la revolución digital encima de nuestras cabezas, con varios tipos de redes sociales que nos comen y nuestro día a día:
- De perfil personal: Facebook, Tuenti, Badoo, hi5
- De perfil profesional: Linkedln, Xing
- De Microblogging: Twitter
- De contenidos: Youtube, Mysace
Amén, y cuántas generaciones de móviles y de fijos inhalámbricos que te permiten estar en casa de tu vecina tomando el café y recibir la llamada de tu suegra como si estuvieses en casa, y es que se han acabado los recados en casa o en la oficina.
¿Y a qué había ido yo a casa de mi vecina? Ah, sí, a prestarle mi ebook para que lea la última que me he descargado, 50 sombras de Gregorio, que me está haciendo pensar en su marido, el Ambrosio y... no, que ya no hay casamiento riguroso entre los textos (tómese como obras) y los objetos (tómese como libros y un café o té), total que ya no leemos cómo antes en todos los sentidos del cómo, pues se perdió el notar el peso de la obra en nuestras manos, aunque podemos hacer trampa y saltar al final, vamos que este regustillo no nos lo quita lo digital, afortunadamente. ¡Ah! estamos inmersas en el boca a boca virtual... ¡qué lástima!
Pero lo que está modificando nuestro modo de dar los recados es más apasionante, estamos modificando nuestra agudeza visual, la toma de decisiones, nuestro nivel de atención e incluso cómo cambiamos de tarea, y se ha medido por expertos, no por mi amiga Jess, no, que ella todo lo mide del mismo modo, por el cuento la vieja, en fin que parece que estamos liberando al cerebro de conocimientos generales y específicos de tal modo que se fomentan aptitudes que permiten interactuar con la información aunque no la comprendamos o no la dominemos (desde que hice mi licenciatura en Documentación lo vengo diciendo, no hay que tener ni idea de qué se lee en inglés, para encontrar lo que se busca) y la pasamos de unos a otros como las muestras del ganchillo que se daban nuestras abuelas, y todo, todo depende de los estímulos, como siempre, es ver una puntillita en un vestidito de la niña de mi vecina y ¡zas! ya me tienes en su casa, en la de la mujer del Ambrosio, sacando la muestra mientras me tomo un café, ella se entretiene con mi ebook y atiendo por teléfono inhalámbrico a mi queridísima suegra... ¡Tiempos modernos para dejar recados!
P.D.: "Estamos tan intercomunicados y tan solos... en el universo"
MariCari, la Jardinera fiel.
{¡B U E N A_____S U E R T E!}
Y al final Facebook ni tuenti y demás, acaban por agotarnos y como dices en tu resumen nos dejan mucho más en soledad.
ResponderEliminarBesos.
Resulta curioso, como dice André, que en tiempos como estos, con redes sociales por todas partes, a veces podamos sentirnos tan solos, ironías de la vida.
ResponderEliminarBesos.
antes los sms sí se utilizaban de medio de contacto social. cuando estaba haciendo la carrera, pasábamos el verano en un pueblo en medio de la nada, donde estudiaba las asignaturas de septiembre porque no había otra cosa mejor que hacer. allí no había cobertura para el móvil. cuando íbamos a un pueblo de 10,000 habitantes que había cerca y que era como la gran civilización comparado con lo otro, me hacía mucha ilusión mandar sms a compañeros míos: "hola, cómo vas? yo aquí en el norte estudiando mucho". y también me hacía ilusión comprobar si me habían contestado a alguno de los que había mandado en el viaje anterior a la 'gran ciudad'. era inútil, no me contestaban a casi ninguno. los ingenieros industriales de la politécnica de madrid son una especie aparte.
ResponderEliminarFeliz Primavera
ResponderEliminarBesos y flores
Aveces tienes todo para estar acompañado y te sientes muy solo. Te mando un beso y buen fin de semana
ResponderEliminarPerfecto retrato de nuestra época, de nuestro mundo que es el mejor de los mundos porque tampoco me veo yo haciendo ganchillo.
ResponderEliminarAsí que aprovecho bloguer para dejarte un abrazo virtual y despedirme hasta después de Semana Santa. Pero si quieres te lo recuerdo por a-mail, facebook o twitter.:-)
Bss reina del jardín
Está dicho que, en la era de las comunicaciones, el hombre está cada vez más aislado. Aunque yo esté un poco alejada de muchas de las formas de comunicación, no porque me haga la superada, sino porque me superan.
ResponderEliminarBesos.