Tengo atesoradas
esas cosas que no se notan
que necesitan del pulso,
dedos que las acaricien,
aleteos nasales
o roces de suelas;
son esas cosas que pasan
desapercibidas;
y cuando se han perdido formas,
colores y cambian los pliegues,
desde ese momento,
se hacen solo nuestras,
para compensarnos
o para seguir valientes,
y nos enderezan;
esas cosas, son tesoros para mí,
sin que se note.
MariCari, la Jardinera fiel.
{¡B U E N A_____S U E R T E!}
cosas que nunca podrían apreciar los ingenieros industriales de la politécnica de madrid...
ResponderEliminarbesos, mar cari!
Suele pasar que son esas pequeñas cosas las importantes
ResponderEliminarUn besote cielito
Hoy estoy recorriendo los blogs y llego al tuyo.
ResponderEliminarSí, guardalas, guardalas muy bien y no dejes que nadie te las arrebate. Un abrazo .