Quién necesitaría purificarse
si no existiese el mal ni su aspereza,
no sabría juntar esas tres letras en la palabra
que en mi amada lengua la componen,
no tendría que purgar mi alma
contra mi vulnerabilidad de voluntad de rebelión,
y qué es el mal sino la consciencia de que existe,
a pesar de que sea tan intangible ante los ojos
que nos los destroza y los desborda
en su acto impío de realidad.
Quién rechaza la mies del mal
que lleva la espiga de la corrupción
unido al sentimiento de culpa
pero también a la esperanza redentora.
si no existiese el mal ni su aspereza,
no sabría juntar esas tres letras en la palabra
que en mi amada lengua la componen,
no tendría que purgar mi alma
contra mi vulnerabilidad de voluntad de rebelión,
y qué es el mal sino la consciencia de que existe,
a pesar de que sea tan intangible ante los ojos
que nos los destroza y los desborda
en su acto impío de realidad.
Quién rechaza la mies del mal
que lleva la espiga de la corrupción
unido al sentimiento de culpa
pero también a la esperanza redentora.
MariCari, la Jardinera fiel.
{¡B U E N A_____S U E R T E!}
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