Vertí en mi boca el vino de amapolas
y si me hubiese muerto en ese instante...
y si me hubiese muerto en ese instante...
No en este devenir —de tantos días—
que me marchita fuera del crepúsculo
con su hiel, en la ambrosía de mis labios,
lacia mi piel, mi frente, mis cabellos,
casca mi cantarina risa y rompe
sus notas; la alegría, de mis ojos
se escapa destiñendo el seno blanco
de una desperdiciada inclinación,
sin que mis manos puedan retenerla
y el vino la derrama de mi boca.
que me marchita fuera del crepúsculo
con su hiel, en la ambrosía de mis labios,
lacia mi piel, mi frente, mis cabellos,
casca mi cantarina risa y rompe
sus notas; la alegría, de mis ojos
se escapa destiñendo el seno blanco
de una desperdiciada inclinación,
sin que mis manos puedan retenerla
y el vino la derrama de mi boca.
MariCari, la Jardinera fiel.
{¡B U E N A_____S U E R T E!}
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