Mi comentario en el blog de noe, una amiga desde hace mucho...
Yo aún lo quiero todo...
Pero los jueves de microrrelatos terminaron en el Jardín aunque hoy, me ha llegado esta botella con una nota que dice así:
P.D.: "Los mensajes, esas cosa que siempre estamos deseando que nos lleguen, pero siempre en buenas condiciones "
Yo aún lo quiero todo...
MariCari♥♥♥♥♥ dijo...
Eso
se llama estar anclada, querida... el ancla vendría a ser como una mano que nos
sujeta aunque no quiera sujetarnos, porque el ancla si pudiera elegir, elegiría
saltar por los cielos a estar clavada en el fondo, el ancla no quiere fondear,
el ancla quiere tener alas y volar a favor del viento, ser empujada y no
enredada por algas que llevan las cosas de un sitio a otro sin que nadie les
diga que lo hagan, no el ancla no sabe de corrientes de aguas calientes ni
frías, quiere ser azotada por vientos y quemada por soles... en definitiva...
quiere vivir, porque allí en el fondo, allá en el puerto, allá sujeta por las
manos, allá mirando las botellas vacías no se es libre!!
Me rechifla tu acento hoy...
PD me has dado la entrada para el microrrelato del próximo jueves... será... "yo aún lo quiero todo" ((es alucinante, ya veremos por dónde salgo, pero es una frase bombón)) Bss... anclados en tu Océano... simpre!!
Me rechifla tu acento hoy...
PD me has dado la entrada para el microrrelato del próximo jueves... será... "yo aún lo quiero todo" ((es alucinante, ya veremos por dónde salgo, pero es una frase bombón)) Bss... anclados en tu Océano... simpre!!
jueves,
29 septiembre, 2011
Pero los jueves de microrrelatos terminaron en el Jardín aunque hoy, me ha llegado esta botella con una nota que dice así:
Y justamente esa botella fue salvada del naufragio, al ser recogida por un pobre pescador que, se la entregó a su hija porque se prendó de las conchas que en su interior tenía pegadas, adornos marinos que parecían flores, y se la llevó a la casa de la señora mayor que cuidaba por las noches.
Pero al sobrino de la buena señora, que cenaba todas las noches con ellas, opinó que la botella no era digna de estar en el salón y comentó a la chica que estaría mejor sobre el taquillón de la entradita, y se marchó como siempre quedando a las dos mujeres solas para pasar la noche.
La chica al marcharse por la mañana,vio en la botella, a modo de tapón, un trocito de papel escrito, lo leyó y tomando un nuevo papel, escribió otra nota, colocándola en la botella de igual modo.
¿Qué qué decían las dos notas? La primera decía: ¡Sálvame! Y la segunda: en la cena le daré el doble de somníferos a tu tía, te espero en la habitación de invitados que tiene cama de matrimonio.
Y desde ese día, cada vez que ambos quieren naufragar, lanzan una botella con una nota de socorro al mar del taquillón.
P.D.: "Los mensajes, esas cosa que siempre estamos deseando que nos lleguen, pero siempre en buenas condiciones "
Mis botellas hace dos semanas que no llegan a ningún lado, creo. Me ha encantado el relato.
ResponderEliminarBesos
Precioso y sensual e imaginativo relato...besoooosss
ResponderEliminarAhora no hacen faltan botellas arrojadas al mar, ni tan siquiera notas de papel, sino un mensaje anodino, plagado de faltas de ortografía y reducciones inverosímiles llamado sms o wasap. No me digas que no eran bonitas las largas cartas que se enviaban nuestras abuelas contándose sus amores de letra impecable, inglesa...
ResponderEliminarUn beso
sabes?
ResponderEliminarel viernes preparaba un post titulado Una botella en el mar....iba de eso...una peli y unas cuantas historias al respecto.....
al final lo pospuse...asi que me ha llamado la atencion ver esta publicacion....
un abrazo maricari
Creo en los sentimientos y en su concordancia humana, es todo lo que te puedo decir querida Firenze B. Un gran abrazo.
ResponderEliminar