galopaban
encabritados
mordiendo
sus espumarajos
lanzando
coces al aire
persiguiendo
a hombres de todas las edades,
les
seguí con la vista
frenaron
sus cuartos traseros
en la orilla
del mar,
no eran
unicornios
solo valientes
caballos
que querían
salvar…
¿Qué
querrían salvar?
He soñado
con caballos
tan blancos, que relucían
brincando en las montañas
relinchando
felices ya, y que no volverán
pues herraron a sus cascos lo malo humano
y gruñen que lo han enterrado en el mar.
P.D.: "Sería tan fácil cambiar el dicho de: Por un clavo se perdió un reino."
MariCari, la Jardinera fiel.
{¡B U E N A_____S U E R T E!}
gracias, mari cari, por aportar siempre cosas bonitas y que no hieren a nadie. ;)
ResponderEliminarbesos!
Querían salvarse ellos, lo que no es poco.
ResponderEliminarUy que lindo , te mando un abrazo y sueña mi Mari
ResponderEliminar¿Sabes que el remedio para los impotentes en la Edad Media era tomar en un vaso con agua los polvos diluidos de un cuerno de unicornio? A tal llegó la cosa que hasta el rey impotente Enrique IV mandó una expedición a África para hacerse con tan preciado souvenir y vinieron con un extraño cuerno... de rinoceronte (lo más parecido para ellos a un precioso unicornio).
ResponderEliminarUn beso