Doris Lessing, ha muerto... ¡Gloria para ella! |
A la vida de Doris...
Vengo de sembrar nuevas ortigas
en el macetero viejo de una casa
con el 24 al poyete dando vida
y a Doris su lacónica sonrisa,
que broten vengadoras y sin pamplinas
llenas de zumo que su exhalación amarga
por púas en hojas y tallos si te arrimas.
Toda ella era savia bruta insumisa
de una realidad cruel y aseverada,
dura, despellejada y dolida,
descarga de rodete gris ceniza,
pisada enorme, segura y esforzada,
postura femenina que a horcajadas
pare una silueta eterna y granítica,
al natural, en umbral cantero sentada.
P.D.: "Hoy la posdata es para explicarme, cuando digo lacónica quiero simbolizar con esa palabra que ella era de esa manera, así era ella. Cuando digo exhalación quiero que se entienda como rayo pues esa es la sensación que produce el veneno de la ortiga cuando entra en tu cuerpo, así lo he sentido en el mío muchísimas veces cuando jugaba cuando era niña. Cuando digo lo que digo, quiero decir que fue una mujer fuerte, que vivió 94 años, que cuidó a su hijo con problemas de corazón, que luchó por sus ideas en un mundo de varones que cuestionaron su nobel y que para mi, ha pasado a ser un hito. Descanse en paz"
MariCari, la Jardinera fiel.
{¡B U E N A_____S U E R T E!}
Un bello homenaje que en tus palabras suenan grandes, emotivas y sentidas.
ResponderEliminarBss y buen finde
Me voy con una sensación mezcla de nostalgia y tristeza, y también una paz de espíritu muy especial. Hermoso homenaje, jardinera querida.
ResponderEliminarBesos.
¿Es la ortiga una metáfora de quien se rebela contra su propia sonrisa para que no parezca encantadora, contra su mirada para que no parezca acariciante? ¿El pinchazo eléctrico de la ortiga es artificio o son la mirada y la sonrisa el artificio? Me quedo con que la ortiga incómoda descarga su ira contra la injusticia y la sonrisa y la mirada son para mí. Iluso.
ResponderEliminarNo la conocía gracias por presentarla mi Mari, te mando un beso y te me cuidas.
ResponderEliminarTengo una deuda pendiente con Doris Lessing y es leer uno de sus libros. Sí, no te asombres, Mari Cari, pero esta servidora no tiene el placer de conocer sus novelas.
ResponderEliminarUn beso
Nunca la leí, pero ahora ha pasado a ser parte de los inmortales literarios, así que en cualquier momento la leeré.
ResponderEliminarBesos